Queridos amigos,

Hoy en el blog comparto la experiencia de Sabrina Reina Márquez, una de las alumnas del programa de formación “Experto univsersitarui en pedagogía Montessori”, que acaba de entregar uno de los casos prácticos finales en el que se propone redactar un ensayo con los cambios que ha ido experimentando al hacer la formación.

Sabrina es actualmente maestra de Educación Primaria con especialidad Musical y además tiene el título de Técnico de Educación Infantil.

Aquí os comparto sus palabras:

“En estos meses del Diplomado, me he centrado en mis alumnos, ya que actualmente trabajo en una escuela Infantil de 0-3 años en la provincia de Málaga, al sur de España.

Al ser un centro de enfoque tradicional los ambientes están separados por edades e incluso segregados por semestres. En mi caso, trabajo con 13 niños de 1-2 años que cumplen los 2 años dentro de los 6 primeros meses del año. 

Durante este tiempo de formación y transformación personal, he podido ir realizando algunas actividades Montessori con materiales DIY (Do It Yoursel), ya que mi empleo actual no es fijo en este centro y por tanto no he podido solicitar recursos económicos para materiales específicos.

Pero a pesar de todo, doy las gracias al centro por permitir mis cambios y estoy satisfecha con lo que he logrado hasta ahora, sobre todo en el área de aprendizaje de Vida Práctica.

Aplicando la pedagogía Montessori en centro infantil con niños de 0 a 3 años.

Tan solo en ejercicios preliminares, mis niños han dado un gran cambio en comparación a los demás niños del centro. Llevar una silla de manera adecuada, llevar alguna que otra bandeja, verter, caminar sobre la línea que puse en el suelo…todo esto con calma, armonía y sin gritos ni conflictos han hecho que mis niños y mi ambiente sea respetable para el resto de compañeros de trabajo.    

Pero no todo es fácil. No sólo carezco de presupuesto para poder proporcionar los materiales adecuados, si no que también, es un reto diario:

Sería ideal crear pequeños rincones dedicados a diferentes áreas de aprendizaje, pero tengo que tener los materiales dentro del armario y sacarlos cuando estoy sola con mis niños, porque mi aula se utiliza también para matinal y para la salida. Esto significa que tanto en ese periodo de tiempo de matinal y de espera a que las familias lo recojan, mi aula se encuentra con todos los niños mezclados.

Apenas hay estanterías a su altura, por lo que la disposición para alcanzar los materiales es escasa.

Las mesas las tengo que mover diariamente, ya que en jornada de trabajo me interesa que estén separadas, con estrategia de que no usen el ambiente para correr pero que sí de libre movimiento, pero en la propia aula se almuerza y debo tenerlas juntas. 

Montessori aplicado en el salón con niños de 0 a 3 años

Estos meses están siendo un viaje transformador, tanto personal como profesional. Estoy aprendiendo a observar más y dirigir menos. A confiar en la capacidad natural de los niños para aprender cuando están en un ambiente preparado, respetuoso y estimulante. Estoy descubriendo la belleza del silencio cuando un niño está concentrado, el poder de una elección libre, y la magia de ver cómo cada uno sigue su propio camino con entusiasmo.

Al igual que este cambio ha renovado y revivido mi vocación, también lo ha hecho a modo personal como madre. Más que enseñar, entiendo que mi camino es sembrar semillas de autonomía, respeto y amor por el aprendizaje.

Esto sólo ha sido una parada de reflexión del camino que sin duda continuaré.

Sabrina Reina Márquez