Carta de una alumna del Congreso Internacional Montessori

Queridos amigos,

Después de la clausura de la quinta edición del Congreso Internacional Montessori que hicimos el día de ayer he podido leer este mensaje que me he emocionado y he pedido permiso a la persona que lo ha escrito para poder publicarlo y compartirlo con todos vosotros.

Buen día Miriam, 

Hoy estarás muy ocupada con el cierre del Congreso, así que imagino que esto lo leerás después y mucho agradezco si le dedicas el tiempo para hacerlo.

Acabo de finalizar de escuchar las últimas ponencias de este año, para lo cual tengo que dedicar mis noches y madrugadas porque aunque me diga que no, me atrapan de forma increíble cada una de ellas así que me es inconcebible perderlas. En este momento, me nace agradecerte por tu consistencia de organizar este evento anualmente. He tenido el honor de seguirlo año a año y quiero hacerte saber que tu labor de reunir a tantos expertos y de compartir tanto conocimiento tiene efecto en muchos rincones del mundo. 

Te cuento mi historia desde Nicaragua, para que puedas palpar que es gran medida gracias a los frutos de tu esfuerzo: 

– Antes de escolarizar a mi hija, mi casa fue transformada tanto como yo, desde que conocí Montessori por el instituto ASEMOS. Y mi admiración por el desarrollo que puede alcanzar un niño sólo dándole lo que su naturaleza aclama,  sólo podía compararse con la admiración que miraba en mi hija descubriendo el mundo. Fue un período de mucho crecimiento de ambas. Pasé de amar a los niños, a admirarlos y respetarlos profundamente.

– Cuando inició el período inevitable de escolarización, pensé que mi labor en términos de educación había concluido. Pero sabiendo de Montessori, ninguna propuesta en mi país llenaba mis expectativas, entonces supe que no podía detenerme en esa etapa. Inicié una labor de búsqueda de información y formaciones gratuitas o accesibles de calidad que me llevaron hasta descubrir la Educación Cósmica.

– ¿A que no te imaginas en qué momento? En pleno confinamiento por la pandemia. Fue entonces cuando la vida me devolvió a mi hija de entonces 6 años a casa para que pudiera continuar educándose según mi entendimiento de la filosofía Montessori que era la pedagogía que me hacía sentido. ¡Cuánta gratitud sentí! Y con esa gratitud y admiración vivimos meses de aprendizaje juntas que crearon memorias agradables de aquellos meses de angustia mundial. 

– Intenté que su escuela conociera de esto, pero no fui escuchada, cada vez que lo propuse a una escuela distinta me desilusionó notar indiferencia. Hasta que no imaginas qué pasó un buen día de esos de confinamiento: Ya habíamos vivido las grandes historias y hacíamos mucha lectura de biografías de mujeres famosas, pues vino mi hija de entonces 6 años y tanto a decirme “Ma, ya sé con qué frase quiero ser recordada cuando muera”.  Me quedé atónita y prosiguió “Ni lamenten, ni manden. Hagan“.  Aquella frase me habló mucho más de lo que mi hija misma pudiera imaginar. Descubrí mi propósito cósmico.

– A partir de entonces, me aventuré a abrir la página APRENDICES en facebook motivada además porque estaba por iniciar tu Congreso que el año anterior yo había disfrutado tantísimo y sentía la necesidad de que todos escucharan lo que ustedes tenían para compartirnos. Me parecía inaudito que los docentes en Nicaragua no se enteraran de este valioso recurso y lejos de lamentar me dispuse a hacer y promover en las páginas de grupos nacionales con la esperanza de llegar a alguien más.

– Finalizado el confinamiento, busqué a ASEMOS, el instituto con quienes me inicié. Ellos capacitan sólo de 0 a 6, pero les propuse  iniciar a extenderse a la etapa de primaria y así en conjunto ofrecemos en modalidad de campamento educativo para niños de 6-12,  lo que yo esperaba que las escuelas ofrecieran: Las Grandes Historias. Y ha sido una experiencia admirable, tanto para los niños como para mí y para los otros adultos guías del instituto que para apoyarme en el proyecto se han empapado de la educación en esta etapa de desarrollo.  

Ya no me quedo en el lamento, ni en la frustración de intentar mandar, aprendí que debía hacer lo que yo ahnelaba.  Así que ahora hago. Y lo hago con todo mi ser que maravillosamente a partir de las reacciones de los niños de campamento y sus familias, ya hubo escuelas interesadas en conocer de la propuesta. Estoy muy emocionada porque inicié a capacitar a docentes en un espacio dentro del mismo instituto de ASEMOS y este agosto que reinicie el curso lectivo nacional, ya una escuela iniciará a implementar en sus aulas no “Las Grandes Lecciones Montessori“, sino “Grandes Historias de inspiración Montessori” que es cómo  he visualizado que la misma Dra. Montessori nos invitó a hacerlo, y este hecho está marcando un punto de partida de la Educación Cósmica en Nicaragua.

Mucha gratitud para vos Miriam y para cada guía de tus congresos de los que he aprendido, que el camino para hacer implica nunca dejar de aprender.

Te comparto un breve video del campamento, donde usamos pocas fotografías en respeto de los niños y sus procesos. Realmente queda corto para expresar las vivencias, pero hacen una idea de lo que vivimos juntos que en lo personal ha sido un reto enorme adaptarlo sin perder la filosofía para poder ser aceptado por nuestra sociedad. Cuánto me encantaría enviarte fotos de los talleres, pero ahora mismo acaban de ser y tengo que organizar, pero siéntete gozosa de saber que en ambos proyectos está tu mano también. 

Un abrazo lleno de mucha gratitud,

María José Henríquez