Hoy vengo a hablar de un tema delicado, que es cada vez más preocupante en nuestra sociedad: los trastornos de la conducta alimentaria, como por ejemplo la anorexia nerviosa, la bulimia o el trastorno por atracón.

Las cifras con cada vez más alarmantes y están creciendo desmesuradamente. Quizá cuando escuchamos hablar de estos temas se nos viene a la cabeza la imagen de una adolescente excesivamente delgada obsesionada con su peso, pero hoy en día los TCA afectan a hombres y mujeres de todas las edades, culturas, razas, pesos o formas corporales, orientaciones sexuales y niveles socioeconómicos (yo he conocido incluso un caso de un niño de apenas seis años ingresado en el Hospital Niño Jesús).

Día Mundial de Acción por los TCA

 

El próximo 2 de junio se celebra el Día Mundial de Acción por los TCA. y creo que hacer una buena divulgación es más importante que nunca. Es importante luchar contra estigma y el desconocimiento que todavía existen en torno a estas enfermedades mentales extremadamente graves, algo que explica muy bien el psiquiatra Luis Rojo en su publicación Estigma en La Anorexia Nerviosa.

 

Es una enfermedad que resulta difícil de entender, nos parece un problema del primer mundo, que es básicamente un “capricho” por alcanzar unos cánones de belleza ideales que nos vende la sociedad, que basta con comer bien para recuperarse, que la anorexia se resuelve con disciplina y dureza, la bulimia con fuerza de voluntad o poniendo un candado en la nevera y quitando la cerradura del baño. Incluso se culpa a los padres y especialmente a las madres de este trastorno…

 

 

 

 

 

* Me gustaría compartir también esta publicación del profesor Luis Rojo. El autor no sólo es psiquiatra y catedrático en la Universidad de Valencia, sino que está especializado en TCA y trabaja en el Hospital La Fe. Te dejo el PDF para que puedas leer su artículo y reflexionar sobre el mismo:

Unas pijas malcomidas - Luis Rojo

 

 

Verdades sobre los trastornos de conducta alimentaria

1.- Los TCA no son el resultado de una decisión, sino enfermedades que se originan no solo por una causa sino a una combinación multifactorial:

 

a) factores predisponentes: genéticos, metabólicos (puede hacer ayunos largos y el deterioro es lento), psicológicos (baja autoestima, mucha autoexigencia, tendencia al perfeccionismo, tenacidad).

 

b) factores precipitantes: engloban la parte social, y pueden ser conflictos familiares, conflictos con los amigos como acoso o bullying, factores sociológicos y culturales (moda, culto a la delgadez, redes sociales…).

 

c) factores mantenedores: conflictos que no se solucionan o persisten, especialmente temas familiares y de amigos (estos son los más importantes de cara al pronóstico y evolución).

 

 

 

 

 

 

2.- No se restringen a un sector específico de la población. Afectan a hombres y mujeres de todas las edades, culturas, razas, pesos o formas corporales, orientaciones sexuales y niveles socioeconómicos

 

3.- Los trastornos de la alimentación son una de las enfermedades mentales más graves que existen en la actualidad. Las personas con TCA tienen un riesgo alto de complicaciones médicas graves, especialmente cuando hay comorbilidades. Afortunadamente existe una ayuda que se puede solicitar a la administración (CUME, cuidado de menores por enfermedad grave) y permite a los trabajadores reducir su jornada laboral entre el 50 y el 99% y recibir un subsidio para poder cuidar.

 

4.- Las estadísticas son muy duras: aproximadamente un tercio de los enfermos logra una recuperación completa, un tercio llega a una recuperación parcial y el otro tercio se cronifica, existiendo también un 5% de mortalidad.

 

5.- El tratamiento mínimo tiene una duración de entre tres y cinco años y requiere un equipo multidisciplinar: psicólogos, psiquiatras, nutricionistas, endocrinos, terapeutas ocupacionales, médicos de familia, cardiólogos, neurólogos u otros especialistas en función de si hay afectación de órganos.

 

 

 

 

 

 

6.- Se trata de una enfermedad mental muy relacionada con las emociones, la autoestima y la capacidad de relacionarse con los demás. Afecta al autoconcepto de las personas que la sufren, llegando a tener una distorsión cognitiva importante con alteración de la percepción (no son capaces de ver su imagen real).

 

7.- No siempre es visible. Muchas personas que sufren un trastorno de la conducta alimentaria pueden tener un aspecto saludable o incluso no ser conscientes de ello.

Este tatuaje simboliza la esperanza para aquellos que luchan contra la depresión, adicción, autolesión y pensamientos suicidas.

 

8.- Las familias no tienen la culpa del trastorno, y pueden ser los mejores aliados para la recuperación. Hay que empezar por leer literatura científica, formarse, ir a los grupos de padres que lideran psiquiatras y psicólogos, entender estos tipos de trastornos y hablar con nuestros hijos sobre lo que para ellos son disparadores emocionales que puedan precipitar cualquier tipo de crisis (es bueno hacer listas y compartirlas con familiares y allegados).

 

9.- La aparición de un TCA supone un problema sanitario que altera el funcionamiento personal y familiar. Es necesario que los cuidadores reciban ayuda e incluso que se contemple la terapia familiar incluyendo a hermanos, progenitores y resto de cuidadores. Existen asociaciones como ADANER que realizan un gran trabajo de apoyo y divulgación. Por ejemplo, organizan talleres para familias que normalmente son el primer y cuarto lunes de cada mes en el Hospital Niño Jesús de Madrid.

 

10.- La recuperación total de los TCA es posible. Es importante luchar con el mito de que hay que aprender a vivir con ello. La detección y tratamientos precoces son fundamentales. Es crucial dar con un buen equipo médico actualizado y que haya conexión entre terapeuta y paciente. La voluntad de querer curarse es el punto de inflexión.

 

En el siguiente vídeo de RTVE Noticias podemos ver cómo es la Unidad Santa Margarita, específica de ingreso para pacientes con trastorno de la conducta alimentaria en el Hospital Niño Jesús, así como los comedores terapéuticos, las instalaciones y los profesionales que trabajan en el equipo.

 

 

 

 
 
 
 
 
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Los peligros de las redes sociales


Pretender que nuestros hijos no accedan a la red es como querer tapar el Sol con un dedo, por lo que la Educación y la prevención son más importantes que nunca. Desde la década de los noventa hay muchísimas webs, blogs, grupos de Telegram, redes sociales como Twitter, Tik-Tok y muchas más que están haciendo un daño enorme. A veces se denuncian y se clausuran, pero vuelven a aparecer bajo otros hashtags o palabras clave.


Por ejemplo, es bastante común referirse a la anorexia como Ana y a la bulimia como Mía. Este tipo de páginas y foros defienden lo que entienden como su ‘estilo de vida’. Los usuarios han desarrollado formas de identificación como el lazo blanco, presente en las propias páginas web, en sus carpetas, en sus mochilas o bolsos, etc. como símbolo reivindicativo. También se han popularizado el uso de pulseras de colores: una pulsera o cordón rojo en la muñeca izquierda para Ana y una pulsera de color morado para Mía. De esta forma pueden reconocerse en cualquier sitio.


Las páginas están repletas de imágenes de mariposas o libélulas que simbolizan lo etéreo y un ideal de belleza frágil y sutil, mostrando incluso las cicatrices de sus autolesiones como triunfos dignos de admirar. Las chicas se autodenominan ‘princesas’, y los chicos ‘príncipes’. 



 


Utilizan un vocabulario propio que a veces incluye vocablos adaptados del inglés: como los propios términos Ana y Mía, princessmostruoland (las mujeres con sobrepeso), wannabe (‘want to be’, referido a aquellas que pretenden ser anoréxicas o bulímicas pero no lo son), plebeya (persona dejó la enfermedad y se niega a retomarla), thinspiration (imágenes que inspiran hacia la delgadez extrema), thigh gap (el codiciado espacio entre los muslos), etc.


Además, todo está muy estructurado y se potencia el sentido de pertenencia al grupo, tan importante en la adolescencia, así como el uso de un lenguaje trata de dulcificar las conductas asociadas a los trastornos de la conducta alimentaria como las purgas, las autolesiones o los mandamientos.



 


 


También se facilitan tablas calóricas, tips para aplacar el apetito, invitaciones a carreras de ayuno, pautas purgativas, indicaciones para quemar calorías, disimular o incluso engañar a padres, médicos y psicoterapeutas. Aquí algunos ejemplos y en este trabajo fin de Máster más información.





‘Si tienes mucho apetito, bebe agua helada y fuma un cigarrillo… se pasará inmediatamente’.




Come mirándote al espejo, de preferencia desnudo o con muy poca ropa. En caso no puedas hacerlo lleva una foto contigo en el que se haga notar la grasa de tu cuerpo, así recordarás como te ves y no querrás aumentar eso!




‘No te pongas ropa de abrigo, tu cuerpo quemará calorías para mantener la temperatura corporal’.




‘Vomita siempre en el baño con la puerta cerrada, amortiguará el sonido y el olor y además sirve para borrar huellas’. También puedes vomitar en bolsas si no puedes ir al baño, es menos sospechoso.





 


Hay mucho por debatir, como por ejemplo si ha llegado la hora de legislar, prohibir el acceso a redes a menores, los móviles en los colegios e institutos, los filtros, los likes que tanto afectan a la autoestima de nuestros adolescentes con un cerebro en formación y en plena poda neuronal..


Podría estar hablando horas y horas de este tema cada vez más preocupante. Las cifras de suicidio han aumentado de forma exponencial en los últimos años y empieza a ser una de las primeras causas de muerte entre nuestros adolescentes. Las atuolesiones están extendiéndose de forma alarmante, haciéndolas incluso en directo en las redes sociales. 


La Fundación ANAR está haciendo un trabajo importante en los institutos de secundaria, tienen teléfono de atención a los adolescentes que es maravilloso (917 26 27 00).  También está el teléfono de prevención del suicidio, el 024.


De momento abro el debate y termino este artículo enlazando este curso gratuito sobre Gratitud e Imagen Corporal de la Doctora Silvia Fernández y dándole las gracias por su labor, así como a todos los profesionales que están investigando sobre los trastornos psiquiátricos y la salud mental de nuestros hijos.

 

 

 

Gracias de verdad. 🙏

 

 

 

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Firma de Miriam Escacena, de Tu Guía Montessori, para cerrar las entradas del blog.