Escuela Bitácoras patrocina el Congreso Internacional Montessori 

El legado de María Montessori es un referente esencial para todos los que forman parte de la Escuela. Si hablamos de crianza respetuosa, todos los caminos nos conducen a este modelo pedagógico. Por su capacidad para entender las necesidades y el potencial de la infancia, pero también por su minuciosidad a la hora de explicar las transformaciones que padres y educadores debemos afrontar. En Montessori encontramos el principio, el fin y los medios. Así lo demuestra la neurociencia, que hoy puede corroborar punto por punto todo lo que ella describió hace más de cien años gracias a la observación y el análisis.

Teniendo esto en cuenta, no es de extrañar que «Montessori en el hogar»sea uno de los cursos más demandados en la escuela. Es una formación impartida por Bei M. Muñoz, una de las ponentes destacadas de este Congreso Internacional Montessori. De la mano de Bei aprendemos que hay espacio para este método en todos los hogares, que la voluntad, el conocimiento y la creatividad son los factores verdaderamente importantes. Bei también es profesora en el curso «Disciplina Positiva», seguido por más de 3.500 alumnos. En el Congreso nos hablará, precisamente, de los numerosos puntos de contacto entre estas dos propuestas.

Los modelos y estudios que toman el respeto a la infancia y sus procesos como punto de partida son abundantes y diversos. En mi caso, también ofrezco ejemplos en el curso de «Inteligencias Múltiples», que pude grabar para Escuela Bitácoras en una preciosa escuela Montessori de Madrid. Partiendo de la tipología de inteligencias de Howard Gardner nos enseña a aprovechar al máximo materiales y recursos procedentes de varias pedagogías. Entre ellas, por supuesto, Montessori ocupa un lugar privilegiado.

En una de sus citas más recordadas, María Montessori asegura que “el juego es el trabajo de los niños“. En tiempos de prisas y obligaciones, consideramos más necesario que nunca reivindicar la importancia y los beneficios del juego. Es una convicción que compartimos con muchos de los profesores de la Escuela, como Cristina Saraldi, que también participará en el Congreso como ponente. Nadie como ella para explicar lo que Montessori quería hacernos ver: que jugar no es perder el tiempo, sino todo lo contrario. El juego sirve para vivenciar, para comunicarnos, para conectar. Con Cristina hemos aprendido a hacerlo a través del masaje y también a través de los cuentos. No tenemos dudas de que la suya será una de las conferencias más especiales de este Congreso Internacional Montessori.

Durante los próximos días escucharemos muchas otras voces autorizadas, como las de Cristina Tébar, Marco Zagal o Aludena Palacios. Pero sobre todo, tendremos tiempo para compartir experiencias, para poner en común inquietudes y reflexiones. Estamos convencidos de que serán unas jornadas de crecimiento personal para todos los participantes, que redundarán en maravillosos beneficios para los niños que nos rodean. Cada pequeño paso que demos en esa dirección hará que el Congreso Internacional Montessori sea un éxito rotundo, un evento llamado a convertirse en referente imprescindible en el ámbito de la educación.