Queridos amigos,

Hoy traemos un nuevo artículo de nuestra colaboradora Ana Solano, que nos relata un proyecto que han llevad a cabo en la escuelita en la que trabaja y que ha encantado a los niños.

Cuando Maria Montessori nos dice que debemos <<dar el mundo>> a nuestros hijos, significa también hacerles descubrir las nubes, las salidas y las puestas de sol, el viento de otoño, el canto de los pájaros, las estrellas, los insectos, las plantas… La infinita riqueza de la naturaleza.

Hoy os traigo un proyecto muy bonito que hemos realizado en nuestra escuelita de Jugar y Sentir (Tres Cantos): Taller de incubación.

Pero primero, voy a explicar un poquito el por qué Maria Montessori veía tan importante que los niños convivieran con seres vivos, tanto con animales como con plantas.  

Montessori destacaba la importancia de ayudar a los pequeños a comprender la naturaleza y  creía que el aprendizaje sobre cómo suceden y funcionan las cosas se produce en estas 5 etapas progresivas.

¿Cuáles son esas etapas progresivas?

  • Observación y descubrimiento. A partir de los dos años el pequeño muestras un interés innato por la naturaleza. Se pone de cunclillas y observa los insectos más pequeños, arranca los pétalos de las flores y muestra un interés intenso por descubrir qué les sucede a los animales y las plantas y cómo reaccionan al tacto y a otras sensaciones. Por eso es importante estimular su interés por las cosas cotidianas de la naturaleza.
  • Cuidado y responsabilidad. Es cuando se da cuenta de que las plantas y los animales en una situación doméstica dependen para su supervivencia del cuidado de los humanos. Querrá participar en estos cuidados y es el momento de enseñarle las habilidades y de darle responsabilidades concretas, tales como ponerle todos los días la comida en nuestro caso a los pollitos. Como dato curioso: Maria Montessori era especialmente partidaria del valor de los gatos y recomendaba que hubiera uno en cada casa.
  • Procesos y predicciones. Es cuando comienza a comprender los procesos y las secuencias implicadas  en la naturaleza y aprende a predecir con confianza y a tener expectativas: ahora sabe, por ejemplo, que, si espera con paciencia, en el curso normal de los acontecimientos los pollitos nacerán de los huevos. Durante este tiempo, hay que estimularle para que examine con detalle nueva información y enseñarle a evaluar y a hacer nuevas predicciones.
  • Independencia. En este punto, tu hijo mostrará que no sólo ha desarrollado una gran cantidad de conocimiento sobre los animales y las plantas que le rodean, sino que también ha llegado a amarlos y respetarlos. Es aquí cuando puedes explicarle la interdependencia de los seres vivientes e ideas tales como la cadena de los alimentos y cómo la vida depende del agua y de los gases que hay en el aire. En nuestro caso por ejemplo, nosotros explicamos a nuestros peques que para que los pollitos pudieran nacer necesitaban calor, por eso estaban dentro de una incubadora.  
  • Cultivo y control.  Durante esta etapa final, se da cuenta de que tiene el poder de cultivar y controlar el entorno, cambiándolo para cubrir sus propias necesidades y las de la comunidad en la que vive. Es ahora cuando le podemos ayudar a comprender la importancia de salvar los hábitats y las especies y señalarle lo fácilmente que se puede destruir el entorno.

¿Qué hemos hecho en nuestro taller?

  • La gestación de un huevo
  • La incubación de un huevo
  • El nacimiento de un nuevo ser vivo
  • Características de un pollito
  • El ciclo de la vida
  • Las diferencias físicas entre una gallina y un gallo
  • La crianza y el cuidado respetuoso hacia el resto de los seres vivos

A continuación, aquí os dejo un video resumen de como lo hemos trabajado con nuestros peques de 2-3. Espero que os guste.

Y en casa, ¿Qué podemos hacer?

Si podéis, adoptad un animal doméstico y cuidadlo con el niño. Aprenderá a observar las necesidades del animal y a mostrarle benevolencia y respeto. Un animal es también un amigo. El niño compartirá con él verdaderos momentos de complicidad y encontrará consuelo en el animal.

Y para despedirme, aquí dejo una frase de Maria Montessori:

Dejad a los niños: que corran a fuera cuando llueve, que se quiten los zapatos cuando encuentre un poco de agua y, cuando la hierba de los prados esté un poco húmeda por el rocío, dejad que sus pies desnudos la pisen; que reposen sobre él tranquilamente cuando un árbol los invite a dormir a su sombra.

Maria Montessori, Pedagogía científica, tomo 1

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