Un día en una escuela Montessori

¿Cómo se desarrolla una jornada lectiva en un aula Montessori y como podemos empezar en la escuela tradicional?

Esta es una pregunta que siempre surge en mis formaciones presenciales y quiero tomarme el tiempo en escribir un artículo sobre ello para ayudar a esta labor divulgativa para todos aquellos maestros de escuelas tradicionales que cada vez están más convencidos de que Montessori en es camino.

Lo primero que tenemos que tener presente es que en las escuelas Montessori no se segrega por año de nacimiento, sino que agrupamos a los peques por trienios, por ejemplo, llamamos Casa de Niños al aula de 3 a 6 años, que corresponde al segundo ciclo de educación infantil.

Esto, aunque a priori puede asustar, es en realidad un reflejo de la vida misma, ya que cuando un niño se pone a jugar en un parque con otros niños no les pregunta en qué año han nacido, ¿verdad? Lo mismo si tiene hermanos. Todos nos relacionamos con personas de diferentes edades y siempre aprendemos de los más sabios.

En esta pedagogía no trabajamos con libros ni fichas, sino con materiales manipulativos, y se dice que tenemos el currículo expuesto, de manera que damos libertad para que cada criatura construya su propio aprendizaje trabajando con lo que es de su interés en ese momento, pero dentro un abanico concreto de opciones y bajo la observación del guía.

A la hora de entrada de saluda a cada uno de forma cariñosa bajando a su altura, y se les da tiempo para que se cambien el calzado por otro más cómodo y para que cuelguen su abrigo y se pongan su “ropa de trabajo” (puede ser el babi). Todo esto lo hacen solos para favorecer su autonomía.

Cuando yo trabajaba como Guía Montessori en México solía poner algo de música clásica para estos momentos de bienvenida.

Según van llegando los niños y niñas, una buena idea es invitarles a sentarse en la elipse o en el espacio de reunión y se trabaja la expresión oral. Es como una asamblea un poco diferente a la tradicional, en la que se puede mirar fuera para ver cómo está el tiempo, revisar si algún compañero ha faltado, hablar las actividades que tendrán lugar durante el día, (como psicomotricidad, arte, celebración especial como un cumpleaños, etc), y también se pueden asignar encargados de algunas tareas.

Tabla de encargados de la clase de Blanca de El blog de macarroni en el CEIP Conde Duque de Olivares

Después de este momento de organización en comunidad a veces se invita a los peques a que cierren los ojos (como en el juego del silencio) y piensen con qué material les gustaría empezar a trabajar, y tras este momento de calma vamos posando suavemente nuestra mano sobre el hombro de cada uno y les preguntamos en bajito cuál es su propuesta y les damos permiso para ir a por el material y comenzar su ciclo de trabajo.

A veces en estas ocasiones se aprovecha también para hacer alguna presentación en gran grupo, especialmente cuando hemos introducido un material nuevo en el ambiente y tenemos que ofrecer una explicación verbalizada de cómo se trabaja con él y dar a conocer el vocabulario asociado, (por ejemplo, torre rosa, cubos, escalera marrón, prismas, etc)

Lo ideal en estas edades sería poder ofrecer un ciclo de trabajo Montessori de unas dos o tres horas seguidas sin interrupciones, que por ejemplo podría ser de 9:30 a 11:30 (esto se podría adaptar bastante bien a una escuela pública).

Después llega el almuerzo: los niños suelen prepararlo como parte de las actividades del área de vida práctica, ponen la mesa, cortan frutas, etc. La preparación de alimentos forma parte del currículo educativo en Montessori, por lo que es habitual que ellos disfruten de estas pequeñas labores de cocina.

Posteriormente se sale al aire libre en la hora de recreo. En este espacio también puede haber materiales y propuestas que suelen trabajar principalmente la motricidad gruesa, aunque se fomenta el juego libre no dirigido.

A la vuelta suele haber otro tipo de actividades como arte, psicomotricidad, música, yoga… Los docentes de escuela pública a veces aprovechan la entrada de especialistas al aula para hacer observaciones (es una oportunidad muy buena cuando es posible quedarse un ratito).

Yo siempre animo a que aquello que se puede introducir se haga. Mejor un 5% que nada, ¿verdad? Y así poco a poco, dando pasos sobre seguro.

Hay docentes de escuelas públicas que están haciendo proyectos maravillosos, como por ejemplo Blanca de El blog de Macarroni, cuya aula visité hace poco, las maestras del C.E.I.P Antonio Machado en Talavera de la Reina, las del C.E.I.P. San Benito en Madrid..

En este enlace de Instagram te explico esta jornada paso a paso de forma más gráfica, mi recomendación es que visites una escuela Montessori y pidas observar un día lectivo, porque es como más se aprende (aquí puedes leer otro artículo para saber si una escuela trabaja realmente con Montessori o se queda un poco en el marketing..).

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