Muy buenas!

Ya hemos entrado en el mes de Diciembre, un mes marcado en el calendario de cada año por las fiestas que celebramos: la Navidad.

A quienes nos gusta continuar y trabajar sobre el legado que nos dejó La Dottoressa, solemos hacernos muy a menudo la siguiente pregunta: ¿Cómo podemos compaginar la Navidad, tal y como la entendemos en nuestra sociedad, con la pedagogía Montessori?

No es sencillo, de hecho, es objeto de debates bastante habituales: el tema de los regalos, de la fantasía y permitir que nuestros hijos crean en una magia que no existe, la distinción entre imaginación y fantasía (que justo ahora estoy estudiando con mis alumnas de Montessori Transformation)…

Pues bien, voy a contarte un poco para que seas tú quien tenga todos los puntos de vista y, con toda la información, decidas libremente, que de eso se trata.

¿Podemos creer en los reyes magos y ser Montessori a la vez?

La Navidad según la pedagogía Montessori

Tu decisión, sea cual sea, debe ser respetada.

Partimos de una base y una premisa clara: cada persona, cada familia puede tomar la decisión que crean más conveniente siempre que sea no suponga un perjuicio para el niño o la niña.

La forma de vivir las Navidades es muy personal y cada núcleo familiar tiene la suya. Al final, la vida es una constante toma de decisiones y siempre tratamos de tomar la que consideramos mejor en ese momento. Lo importante es que nuestra elección debe ser respetada, igual que debemos respetar las que eligen los demás.

El exceso de consumismo en Navidad

Desde mi punto de vista, que esto es muy personal, la Navidad es una fecha entrañable para reunirnos con la familia. Para nuestros peques también es una época especial porque se respira un ambiente diferente: las calles están más alegres, se escuchan villancicos, hay luces y adornos que no hay el resto del año… Pero ha pasado de ser una fiesta familiar para convertirse en una verdadera oda al consumismo. Montañas de regalos, de comida que no llegamos a comernos, de adornos que nunca llegamos a sacar…

En definitiva, creo que se está perdiendo (o estamos perdiendo) esa perspectiva de reunión familiar para convertirlo en una fiesta comercial. ¿Estás de acuerdo conmigo en esta parte?

Uno de los grandes impulsos consumistas de esta época, además de la comida, son los regalos. Desde mucho antes del comienzo de las navidades, nos bombardean con anuncios, folletos, vallas, carteles, vamos al hipermercado y ya encontramos todo bien dispuesto…

Y precisamente el asunto de los regalos es uno de los puntos claves del debate sobre cómo celebrar unas navidades Montessori. Hay muchísimas tradiciones en función del lugar donde se celebre o de la religión: Papá Noel, los Reyes Magos y otras figuras que nos dejan presentes como el Tió en Cataluña o el Olentzero en País Vasco y Navarra.

En Cataluña, el encargado de traer los regalos a los niños es el tió, un tronco que alimentamos durante días antes de que nos deje sus presentes.

¿Qué opina Montessori del enfoque de las Navidades?

Para serte sincera, choca en bastantes puntos con las tradiciones y la lluvia de regalos de estas fechas, así que te lo voy a intentar desgranar punto por punto. Recuerda que, aunque esta sea la visión montessoriana de la Navidad, tú puedes escoger lo que mejor te parezca para ti, tus hijos y tu familia y nadie debe reprocharte ni decirte nada.

Imaginación y fantasía: Reyes Magos, Ratoncito Pérez, Papá Noel…

En la filosofía Montessori, la diferencia entre imaginación y fantasía es muy clara y la postura con respecto a ambas, también:

La imaginación es algo interno, sale de dentro del niño o la niña. Con su conocimiento del mundo, puede imaginar historias, sucesos, fenómenos, pero siempre “basados en hechos que podrían ser ciertos”, porque su conocimiento del mundo se ciñe a la realidad.

Por el contrario, la fantasía es algo externo. Se le enseñan cosas que no pueden ser ciertas, como que Papá Noël reparta regalos por todo el mundo en una noche o los superpoderes de Spiderman o Superman. Esto es un riesgo, sobre todo en edades tempranas donde no diferencian lo real de lo fantástico y puede confundir su percepción del mundo. En este sentido, es muy impactante el vídeo que circula por la red en el que se ve un peque con una capa de Superman que se tira desde lo alto de un edificio mientras sus amigos le vitorean, (en realidad pertenece a una película mexicana de 1981 titulada Barrio de campeones).

Ahora que conoces la diferencia, te explico la postura de Montessori: se rechaza la exposición a la fantasía hasta los 5 o 6 años, porque los niños y niñas no han desarrollado todavía el pensamiento abstracto y necesitan conocer y aprender del mundo real.

Cuando hablo o escribo sobre este tema, siempre me gusta recomendar un artículo de Silvia Dubovoy titulado La Realidad: la más poderosa e integral llave al mundo.

Claro, si la pedagogía Montessori no participa en estas pequeñas fantasías tradicionales como los Reyes Magos, ¿cómo podemos compaginar Montessori y las Navidades tradicionales?

Si recordamos nuestra infancia, muy posiblemente aparezcan recuerdos de nuestra ilusión con Papá Noel y los Reyes Magos, los nervios de la Noche de Reyes…y un recuerdo un poco peor: ese momento en el que descubrimos la verdad.

Bien, ahora se nos presentan dos opciones:

Papa Noel es el encargado de traer regalos en muchas casas

Mantener la magia

Es una elección perfectamente válida y nada ni nadie debe hacerte sentir culpable. No te sientas presionada o presionado socialmente, no dejes que haya familiares que influyan en tu decisión. Si tienes un bonito recuerdo de las fiestas y quieres que tus peques vivan la misma ilusión que tenías tú durante tu infancia, es una gran decisión.

De hecho, es posible que tus hijos o hijas crean en la magia de la Navidad “por defecto”. Crecen en un entorno donde se les explican todos los componentes y personajes de la Navidad y donde esta magia tiene un espacio muy importante. Ayúdales a escribir la carta a los Reyes, pero ten preparada una respuesta, porque tarde o temprano llegará la temida pregunta acerca de “La Verdad sobre los Reyes Magos”.

Eso sí, por favor. No chantajees o amenaces con que “si no se portan bien no recibirán regalos”. Es urgente y absolutamente necesario que desterremos esta amenaza que ya estoy escuchando y cada año se empieza más pronto con las amenazas..

Seguir los principios Montessori y no continuar la tradición

Es una opción igual de válida e igual de respetable. No le contaremos que tres señores en camello cruzan el mundo entero para dejar los regalos o que un señor con barba se desliza por la chimenea con un gran saco de juguetes. Y nadie deberá presionarnos para lo contrario.

Eso sí, al igual que quienes conservan la magia se enfrentan a la pregunta sobre la realidad acerca de los Reyes Magos, quienes decidan no preservar la tradición también se enfrentarán a otra situación: explicar por qué en la televisión aparecen estos personajes, otros niños creen en ellos, qué es la cabalgata… Y aquí se nos abren dos opciones:

Les contamos la verdad, pero recordando explicarles que deben respetar las creencias de los demás y no decirles NADA, porque no debemos arruinar la ilusión de quien ha escogido la opción contraria. En este sentido, quizá te resulte liberador este libro Tus Tres Reyes Magos, de Josep Molina Secall.

Les dejamos que ellos decidan: les preguntamos que ellos que creen, les decimos que nosotros nunca los hemos visto y permitimos que ellos mismos elijan. De esta forma también estaremos fomentando su espíritu crítico. Esta es la versión que yo escojo, siempre respondo “mamá es de ciencias y le gusta creer lo que ve“, no niego nada pero tampoco cuento batallitas, jeje.

La Navidad como gran oportunidad

Desde mi punto de vista es importante educar en la multiculturalidad, y en esta época tenemos una oportunidad maravillosa para hablarles a nuestros niños y niñas que la Navidad no es una fiesta que se celebre por igual en todos los países del mundo, y las principales diferencias se deben a la religión, aunque para algunas culturas se considera ya una fiesta pagana o incluso excesivamente comercial.

Para la religión cristiana, la Navidad es una celebración fundamental, mientras que por ejemplo en el judaísmo se celebra el Hanuká o festival de las luces que comienza alrededor del 25 de diciembre y dura ocho días.

Lo bonito de las tradiciones es que las familias hacen un esfuerzo por reunirse, aunque vivan lejos; preparan comidas especiales, comparten historias, y en ocasiones también regalos.

Si eres de las personas que escogen un enfoque Montessori, eso no significa que le cerremos las puertas a la Navidad. Es una época preciosa y podemos enseñarles a nuestros niños y niñas las tradiciones, el significado de la Navidad en nuestra cultura, el motivo por el que se ponen el Árbol y el Nacimiento…

También hay actividades que podemos preparar en familia como calendarios de adviento, participar en actividades benéficas, donaciones, ir a visitar un Belén viviente… ¡Hay un montón de opciones para celebrar la navidad en familia siguiendo las ideas Montessori!

¿Qué te parecen estas informaciones? ¿Te han servido para aclarar tus dudas o para tomar una decisión? Más allá de toda la información sobre Montessori y las navidades, por favor, recuerda: tu decisión debe ser respetada, al igual que la de los demás; no chantajees a los niños (ni permitas que lo hagan) con que si no se portan bien no habrá regalos y permite que los niños cuyas familias han decidido creer en la magia no se enteren antes de tiempo de la verdad.

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