Queridos amigos,

Hoy quiero hablar de un tema sobre el que me preguntan bastante en mis cursos, y es sobre la elección de cuentos que contamos a nuestros niños y niñas.

Hace unos años tuve la oportunidad de participar en unas jornadas sobre crianza que organizaba el Ayuntamiento de Rivas-Vaciamadrid a través de su Centro Municipal de Recursos para la Infancia Bhima Sangha, y pude conocer a Elena Mayorga en su taller “Aprendiendo a contar cuentos“, ¡he de decir que me encantó!

Y con este artículo quiero hacer un resumen sobre los temas que estuvimos comentado en ese taller y sobre las reflexiones que he ido desarrollando después.

Hadas, brujas, duendes y super héroes, ¿desde qué edad?

Si seguimos la filosofía Montessori, debemos tener en cuenta que tiene una opinión bastante clara respecto a no introducir la fantasía a los niños y niñas antes de los seis años.

Ya hablamos de ello en este otro artículo y es algo que vemos en profundidad en mi taller Educar en la realidad. En resumen, lo importante es conocer la diferencia entre imaginación y fantasía

La imaginación es algo interno, sale de dentro del niño o la niña. Con su conocimiento del mundo, puede imaginar historias, sucesos, fenómenos, pero siempre “basados en hechos que podrían ser ciertos”, porque su conocimiento del mundo se ciñe a la realidad.

Por el contrario, la fantasía es algo externo. Se le enseñan cosas que no pueden ser ciertas, como que Papá Noël reparta regalos por todo el mundo en una noche o los superpoderes de Spiderman o Superman. Esto es un riesgo, sobre todo en edades tempranas donde no diferencian lo real de lo fantástico y puede confundir su percepción del mundo.

¿Qué valores queremos transmitir a nuestros hijos?

Está claro que los padres somos los modelos de nuestros pequeños y su referencia para caminar por el mundo. Nos admiran desde lo más profundo de su corazón y construyen su realidad a partir de lo que ven en nosotros, de lo que hacemos, que es muchísimo más importante que lo que decimos.

Los cuentos con también una gran herramienta para entender el mundo y aprender a desenvolverse en él y por eso es tremendamente importante los cuentos que elijamos para contar a nuestros hijos, ya que para ellos son realidades. En este sentido, siempre me acuerdo de mi compañera y Guía Montessori Mayte González, que dice que en los cuentos que elijamos tienen que aparecer “personas haciendo cosas de personas” y “animales haciendo cosas de animales”.



Y antes de nada es importante reflexionar sobre cuáles son nuestros valores y cuáles queremos realmente transmitir a nuestros hijos.

Debemos ser conscientes que a través de los cuentos se transmiten creencias, dogmas, ritos, espiritualidad, miedos.. (el miedo a la oscuridad por ejemplo se trasmite desde las primeras nanas o canciones de cuna).

Los padres que apostamos por una crianza respetuosa nos encontramos aquí con un problema importante: la mayoría de cuentos, y muy especialmente los clásicos, están basados en los “valores” del patriarcado:

insensibilidad – rivalidad – lucha – competitividad – sumisión – violencia -superioridad e inferioridad – ricos y pobres – clases – obediencia – la mujer vive por y para el hombre, sueña con “casarse con un príncipe” y hacerle feliz – los pobre siempre serán pobres y trabajarán para los ricos..

¿Queremos realmente que nuestros hijos entiendan que el mundo es desigual y debe perpetuarse así? Que siempre habrá clases altas, jerarquías, personas que “vivan como reyes” y pobres que no puedan salir de la pobreza? Padres como los de Hansel y Gretel que tienen que abandonar a sus hijos en el bosque porque no les pueden alimentar.. ¿Queremos que nuestras hijas deseen ser princesas? Que se sientan inferiores, que busquen la “protección” al lado del hombre a toda costa y que no se sientan auto suficientes? ¿Niños que sean obedientes y acaten las órdenes del sistema sin ninguna posibilidad de desarrollar el pensamiento crítico? ¿Queremos que nuestros niños sean libres, u obedientes?



Los dogmas del patriarcado están presentes desde tiempos ancestrales. Hubo una época en la que se empezó a decir a las madres que no alimentaran a los hijos con su leche, ya que de esta forma se impedía desarrollar el fuerte vínculo de unión entre madres e hijos y era más fácil formar guerreros. Ya en la mitología griega se observa como el Dios Zeus, rey de todos los Dioses, fue criado con leche de cabra. También se podría hacer una reflexión sobre las nodrizas o amas de cría, que se remontan desde la prehistoria, y permitían “liberar” a las mujeres de clase alta de una agotadora tarea percibida como “socialmente inadecuada” y poder así “dedicarse a otras cosas”. Tremendo.

Para reflexionar más a fondo sobre el patriarcado recomiendo leer también este artículo de Creadess.org : “Los 10 mandamientos para el patriarcado sobre el cuerpo de la mujer y las nuevas creeencias y afirmaciones para empoderarnos.

Los cuentos clásicos 

Una vez que como padres hemos hecho la reflexión sobre los valores que queremos transmitir a nuestros hijos y sobre las realidades que queremos que construyan podemos volver a mirar los cuentos clásicos que seguro inundan nuestras estanterías con otros ojos..

Estos cuentos venían de la tradición popular y no estaban dirigidos a niños. En las primeras versiones de la Cenicienta por ejemplo, las hermanastras cortan trozos de sus pies para poder calzarse el zapato de cristal y consiguen engañar al príncipe por turnos, hasta que una paloma las delata al ver que el zapato está lleno de sangre. La Bella Durmiente no experimenta un pacífico sueño eterno, si no que es violada llegando incluso a quedar embarazada de su agresor, Pulgarcito es abandonado en el bosque junto a sus hermanos porque sus padres son tan pobres que no tienen cómo alimentarlos, Barbazul mutila y tortura a sus esposas, Rapunzel se queda embarazada de gemelos y el príncipe la abandona e intenta suicidarse…

Se puede ampliar información sobre este “lado oscuro de los clásicos” en el libro “Morfología del cuento“, de Valdimir Propp, o en “The dark side of Grimm fairytales” que se centra en los de los hermanos Grimm.

En este vídeo se analizan algunos de los distintos finales del clásico cuento de Caperucita y sus significados, así como el de la Cenicienta, (una de las versiones de este cuento incluye escenas en las que las hermanastras cortan trozos de sus pies para poder calzarse el zapato de cristal.. sus valores son la envidia, vanidad, apego a objetos materiales, la humillación). El vídeo está grabado desde un punto de vista que no es el que más me gusta, pero revela datos muy interesantes..

Los cuentos y libros actuales

Hoy en día en el siglo XXI se siguen creando cuentos cuyos valores educativos son realmente cuestionables.. Basados muchas veces en satisfacer las necesidades de los padres, su comodidad y adaptación al ritmo de que la sociedad de hoy nos exige y sin pensar en las necesidades emocionales del niño, tan importantes como el resto. Siguen teniendo éxito títulos best-sellers basados en adiestramientos conductistas que no hacen ningún bien al desarrollo del niño como ser humano con en toda su integridad.

Y peor aún son los libros dirigidos a “enseñar” a los padres, sobre todo a los primeros, a “educar correctamente” a sus hijos para no “malcriarlos”. Podemos citar algunos de los más famosos como el “Duérmete Niño” del Dr Estivil que no hace mucho se retractó de su propio método aunque el daño está ya hecho a muchísimos niños en el mundo.. O el nuevo título del mismo doctor,  “A dormir“, que tiene desarrollada hasta un app para elsmartphone.. Y qué decir de este de la psicóloga conductista por excelencia, bien famosa y admirada por muchos, la famosa Supernnany. Sin comentarios..


Podría escribir un artículo eterno hablando de todos estos temas, pero sobre todo quiero invitar a la reflexión, pedir por favor que no vuelva a publicarse nada tan preocupante como “El culete independiente”, que cuenta la historia de  César, un niño que cada vez que se porta mal es azotado por su madre, hasta que su “culete regordete” decide abandonarle y desaparece de su cuerpo.. ¿qué mente puede haber ideado esta historia para un niño?

Este libro estuvo dentro del currículo de primaria en numerosas escuelas infantiles, siendo un cuento de lectura obligatoria. Huvo incluso una recolecta de firmas en  Change.org para que efuese retirado de la venta, pero desgraciadamente sigue estando vigente e incluso se puede leer en este enlace.



Algunas ideas interesantes

No quiero cerrar este artículo sin dar algunas recomendaciones, porque a pesar de todo lo dicho hoy en día hay obras maravillosas, así como libros ilustrados con valores que realmente calan y merecen la pena.

A mí en concreto me gustan mucho todos los de la colección Ande yo valiente de la editorial Cuatro Tuercas, proyecto creado por un papá y una mamá que se autopublican desde hace unos años. Además tienen la peculiaridad de esta rimados y creo que su musicalidad atrapa por completo a los niños (mi hijo pequeño ha llegado a sabérselos de memoria sin saber leer).


Por favor madres, padres y educadores, pensemos en los cuentos que leemos a nuestros hijos, y estemos atentos a los que les leen el resto del mundo que les rodea y les acompaña en su día a día..


Luchemos por los derechos de la infancia y por criar niños libres.




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